Sociedad y economía en España a principios del siglo XX
Aunque España seguía atrasada respecto a Europa, en las primeras décadas del siglo XX, vivió un significativo crecimiento demográfico y un aumento de la población urbana, debido, sobre todo, al éxodo de personas del campo a las ciudades. Esta población sirvió, fundamentalmente, como mano de obra para el sector industrial y para el sector servicios. Gracias a la industrialización, además de los trabajadores de la industria (proletarios), se creó una nueva clase social: la alta burguesía financiera e industrial, es decir, los dueños de las fábricas. No se puede olvidar que, pese a esta nueva situación, la población española seguía siendo fundamentalmente rural y dedicada a las labores agrícolas.
El crecimiento económico, provocado por el desarrollo industrial, se vio favorecido por la neutralidad española en la Primera Guerra Mundial y afectó, principalmente, a regiones como Cataluña y País Vasco. En estos lugares, sobre todo, hubo un crecimiento descontrolado de las ciudades, que tuvieron que alojar a la población procedente del campo y de otras zonas de España.
Esta situación favoreció la remodelación urbanística de estas ciudades con la creación de ensanches, avenidas, hoteles y barrios nuevos, así como nuevos parques y jardines. Por supuesto, también se construyeron nuevos centros escolares y hospitalarios, infraestructuras para el transporte y se instalaron en ellas los servicios de electricidad. Como dato significativo se puede destacar que el Metro de Madrid comenzara a funcionar en 1919.