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Surrealismo (II): Cernuda y Aleixandre

Aplica: "Si el hombre pudiera decir lo que ama"

Luis Cernuda
Quique Postigo. Luis Cernuda (Dominio público)

"Si el hombre pudiera decir lo que ama" es el primer verso del poema que se titula "Si el hombre pudiera decir...", perteneciente al poemario Los placeres prohibidos, del autor sevillano Luis Cernuda.

Luis Cernuda nació en Sevilla en 1902. Fue alumno en la universidad de Pedro Salinas. Se fue a Madrid y entró en contacto con el resto de poetas de la generación. Durante la guerra, se comprometió con la causa republicana y tuvo que exiliarse. Fue profesor en varias universidades extranjeras hasta su muerte, en 1963, en México.

La realidad y el deseo, de Luis Cernuda, es el título con el que el propio autor pone nombre a su obra completa. En ella, aparece el tema del amor de forma constante; ya que para él, solo el amor puede dar sentido a la existencia. Sin embargo, la homosexualidad y el mundo de las apariencias le impiden vivir el amor de manera libre y plena.

La poesía surrealista del autor se invade de neorromanticismo. Ya no aparece solo la denuncia de seres marginales como en el surrealismo "pleno"; sino que estos aparecen con el conflicto del amor de por medio: la frustración por la imposibilidad de cumplir sus expectativas amorosas, aunque reivindica su derecho a gozar de un amor (el homosexual) que la sociedad de la época no aprobaba.

Lee el fragmento del poema, cuyo primer verso introduce este apartado:

Si el hombre pudiera decir lo que ama,
Si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo, dejando solo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero. […]

Tú justificas mi existencia:
Si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.

Luis Cernuda. Los placeres prohibidos. Cátedra

Contesta a las preguntas sobre los fragmentos del poema:

  1. ¿Cómo demuestra Cernuda que el amor da sentido a su vida? ¿A través de qué imágenes poéticas?
  2. ¿Cómo es la métrica del poema?
  3. ¿Cuál es el tema del poema? ¿Y la intención con la que lo escribe? ¿Qué quiere transmitir?
  4. ¿Por qué se siente el poeta así? Justifica tu respuesta.
  5. ¿Crees que podrías vivir una vida que los demás no aceptan? Redacta un texto de unas 150 palabras en el que argumentes por qué sí o por qué no. Elige el tipo de estructura de los textos argumentativos que más te convenga (circular o encuadrada, deductiva o inductiva).

Profundiza: "Se querían como las flores a las espinas hondas"

"Se querían como las flores a las espinas hondas" es uno de los versos del poema "Se querían", del autor sevillano Vicente Aleixandre. Este poema pertenece a su libro surrealista La destrucción o el amor. Lee los siguientes fragmentos del mismo:

[…] Se querían como las flores a las espinas hondas,
a esa amorosa gema del amarillo nuevo,
cuando los rostros giran melancólicamente,
giralunas que brillan recibiendo aquel beso. […]
     Se querían de día, playa que va creciendo,
ondas que por los pies acarician los muslos,
cuerpos que se levantan de la tierra y flotando…
Se querían de día, sobre el mar, bajo el cielo.
      Mediodía perfecto, se querían tan íntimos,
mar altísimo y joven, intimidad extensa,
soledad de lo vivo, horizontes remotos
ligados como cuerpos en soledad cantando.
     Amando. Se querían como la luna lúcida,
como ese mar redondo que se aplica a ese rostro,
dulce eclipse de agua, mejilla oscurecida,
donde los peces rojos van y vienen sin música.
     Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios,
ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas,
mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal,
metal, música, labio, silencio, vegetal,
mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo.

Vicente Aleixandre. La destrucción o el amor. Castalia

Vicente Aleixandre nació en Sevilla en 1898. Se trasladó primero a Málaga (ciudad del paraíso para él) y después a Madrid. Sufrió una enfermedad que marcó el resto de su vida. Recibió el Premio Cervantes y después el Premio Nobel de Literatura. Permaneció en Madrid durante la Guerra Civil y después de ella hasta su muerte.

La destrucción o el amor es su gran obra surrealista. El amante solo tiene una vida plena cuando se funde con la persona amada. Este sentimiento unido a las imágenes surrealistas hacen que los poemas sean de una gran belleza e impacto.

Su otra gran obra surrealista es Sombra del paraíso, en la que hace una exaltación a la ciudad de su niñez; el elemento amado es una ciudad, en concreto, Málaga. En ella, con elementos surrealistas, sobresalen el mundo de las plantas y de los animales cuando habla de la fusión amorosa del hombre con el universo.

Así comienza su gran poema a Málaga, titulado "Ciudad del paraíso". Léelo con atención y fíjate en las imágenes poéticas:

Siempre te ven mis ojos, ciudad de mis días marinos.
Colgada del imponente monte, apenas detenida
en tu vertical caída a las ondas azules,
pareces reinar bajo el cielo, sobre las aguas,
intermedia en los aires, como si una mano dichosa
te hubiera retenido, un momento de gloria, antes de hundirte
para siempre en las olas amantes.
 
Pero tú duras, nunca desciendes, y el mar suspira
o brama por ti, ciudad de mis días alegres,
ciudad madre y blaquísima donde viví, y recuerdo,
angélica ciudad que, más alta que el mar, presides sus espumas.
 
Calles apenas, leves, musicales. Jardines
donde flores tropicales elevan sus juveniles palmas gruesas.
Palmas de luz que sobre las cabezas, aladas,
mecen el brillo de la brisa y suspenden
por un instante labios celestiales que cruzan
con destino a las islas remotísimas, mágicas,
que allá en el azul índigo, libertadas, navegan.
 
Allí también viví, allí, ciudad graciosa, ciudad honda.
Allí donde los jóvenes resbalan sobre la piedra amable,
y donde las rutilantes paredes besan siempre
a quienes siempre cruzan, hervidores, en brillos. […]

Visualiza el siguiente vídeo hasta el minuto 4:00, aproximadamente, para profundizar en cómo Vicente Aleixandre siente pasión por Málaga. Después, realiza un homenaje a un lugar especial de tu vida, como hace Aleixandre a la ciudad donde vivió de pequeño. No tiene por qué ser una ciudad o un pueblo; puede ser un parque, una calle, un rincón de tu casa, etc. Puedes hacerlo en prosa o en verso y la extensión no debería superar las 100 palabras.

Algún día en alguna parte. Entrevista a Vicente Aleixandre (Licencia de YouTube estándar)