Hay, fundamentalmente, dos momentos importantes dentro de la generación o grupo del 27 y la demostración de la influencia clara de las vanguardias:
En los inicios, algunos jóvenes poetas se sienten atraídos por el ultraísmo y el creacionismo, gracias a Vicente Huidobro, poeta chileno. Se muestran interesados por la imagen vanguardista (cubista, sobre todo) y el mundo de los inventos (que proviene del futurismo). La mejor manifestación de esta atracción es la obra de Gerardo Diego.
A partir de 1927-1929, se producen algunos acontecimientos sociales y políticos (como el crack de la bolsa de Nueva York, que produce una crisis en el capitalismo), unidos a la situación de crisis personal de algunos poetas. Esto impacta a los poetas y, entonces, deciden rehumanizar la poesía a través del surrealismo. El desarrollo que tiene esta vanguardia en España es significativo y tiene unas características que lo hacen propio. España es uno de los países donde más acogida tiene. Por ello, podemos destacar la obra de nombres como Federico García Lorca, Rafael Alberti, Luis Cernuda o Vicente Aleixandre.
Crea: las normas de nuestro grupo
Las vanguardias son movimientos artísticos que se enfrentan a la tradicióna partir de una serie de premisas o principios. Estos aparecen en un manifiesto, de cuya creación se encargan los fundadores del movimiento. En él se dejaban claras cuáles serían las líneas artísticas o características que definirían a las creaciones del movimiento de vanguardia.
La generación o grupo del 27 no utilizó un manifiesto para su constitución; de hecho, se recoge bajo esta denominación a una serie de autores y autoras que compartieron en el mismo momento histórico una serie de coincidencias en su producción artística: edad aproximada, participación en el homenaje a Luis de Góngora, unión en su obra de tradición y vanguardia, Juan Ramón Jiménez como uno de los maestros, colaboración en las mismas revistas y círculos intelectuales, obra recogida en antologías... Todos comparten estas y más cuestiones y el hecho de que son innovadores frente a la generación anterior.
Imaginad que queréis formar un grupo de escritores como los del 27 y que, con él, queréis crear un nuevo movimiento de vanguardia. Para ello, dividid la clase en grupos de 4, decidid las características que os identifican (o diferencian), ponedle un nombre al grupo y cread un manifiesto (un texto normativo) en el que aparezcan las directrices o normas de vuestra "generación" o "grupo". Es suficiente con que vuestro "manifiesto" contenga 12 normas básicas.
Los grupos pueden estar dedicados a la escritura del mundo del deporte, los videojuegos, el arte, la literatura, la psicología, la danza, la ciencia...
Un texto normativo es un género textual que utiliza la tipología textual de las instrucciones. En él aparece una serie de reglas o normas que un grupo de personas deberá seguir para convivir o para realizar alguna actividad determinada. Los tipos de textos normativos más conocidos son las leyes, las reglas o normas de convivencia de una clase, las normas de uso de áreas comunes, etc.
Estos textos suelen tener una estructura ordenada: en primer lugar, aparece una introducción que explica los motivos por los que se crea la norma.
A continuación, aparecen, numerados y en párrafos breves, con un lenguaje claro y conciso, los principios o normas que se quieren exponer. Normalmente, aparecen, en primer lugar, aspectos generales y, después, otros más particulares.
En la elaboración de las normas predomina la función apelativa del lenguaje: verbos en infinitivo (traer, jugar, salir) o en imperativo (realiza, beba, escribid), uso de las oraciones impersonales en 3.ª persona del singular (se necesita a los mejores jugadores).
