Al principio de la guerra, el gobierno de Lenin y los bolcheviques tuvo que combatir en varios frentes a la vez:
- Las nacionalidades periféricas, como los georgianos, finlandeses, bálticos, ucranianos...
- Los ejércitos blancos al norte, sur y este.
- Las fuerzas de las potencias extranjeras.
Sin embargo, los éxitos iniciales de este conglomerado de fuerzas no consiguieron vencer la resistencia comunista. Esto se debió, principalmente, a la falta de coordinación, las disputas internas y la disparidad de intereses.