A nivel político...
Políticamente, Rusia era una monarquía absoluta, pero las ideas de la Ilustración, la Revolución Francesa y las revoluciones liberales-burguesas calaron en algunas capas de la población y provocaron críticas al régimen. Estas corrientes fueron duramente perseguidas por la policía secreta del zar, la Ojrana. Además, la mayoría de los zares no querían ni oír hablar de cambios de ningún tipo. Solo a partir de grandes catástrofes, como la derrota rusa en la Guerra de Crimea contra Gran Bretaña y Francia en 1856, y sobre todo la derrota contra Japón y la posterior revolución de 1905, el zar Alejandro II se planteó ciertas reformas a nivel político y económico.
Algunas de estas reformas planeadas por los zares a finales del siglo XIX fueron reorganizar la justicia, el ejército y las universidades. Sin embargo, todos esos cambios fueron de poco calado, de tal modo que el terreno estaba siendo convenientemente abonado para un estallido revolucionario en cualquier momento. Y el primero tuvo lugar en 1905.