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La Guerra Ruso-Japonesa

La Guerra Ruso-Japonesa (1904-1905)

En 1904, Rusia y Japón chocaron en Asia, concretamente en la zona de Manchuria. La ambición de los rusos era controlar ese territorio, clave para desarrollar el comercio y transporte; mientras que los japoneses pretendían dominar el norte de China. De hecho, ambos ansiaban el estratégico puerto de Port Arthur. Fue así como, en febrero de 1904, Japón atacó a Rusia, dando inicio así al conflicto bélico. Tras varias victorias contundentes de Japón sobre el ejército y la armada rusos (los japoneses destruyeron las flotas rusas del Pacífico y del Báltico), ambas potencias firmaron la paz en el Tratado de Portsmouth (septiembre de 1905). En virtud de ese acuerdo, Rusia perdió varios territorios, abandonó Manchuria y reconoció la influencia japonesa sobre el territorio coreano.

Asalto japonés a las trincheras rusas en la batalla de Mukden
Wikimedia Commons/Desconocido. La batalla de Mukden (1905) (Dominio público)

La derrota en la guerra de una potencia europea (Rusia) frente a un país considerado inferior (Japón) supuso un cataclismo. A los problemas que arrastraba Rusia desde años atrás, se añadía ahora más deuda, empobrecimiento económico, y una dura derrotado militar

El zar portando un icono religioso ante soldados arrodillados antes del combate
Wikimedia Commons/Karl Bulla. El zar Nicolás II ante las tropas (Dominio público)

Para saber más

La increíble odisea de la flota rusa del Báltico:

Al principio de la Guerra Ruso-Japonesa, Japón destruyó la armada rusa del Pacífico. El mando ruso ordenó a su flota del Báltico, en el otro extremo del mundo, que se desplazase al océano Pacífico para hacer frente a la potencia naval nipona. La peripecia de la flota rusa del Báltico es un episodio naval impresionante con un final trágico: la derrota de la flota rusa en la batalla de Tsushima. Para conocer mejor la historia, puedes visitar estos enlaces: