Un régimen totalitario
A lo largo de sus casi treinta años en el poder, Iosif Dzugashvili "Stalin" instauró un régimen totalitario que se caracterizó por:
- El culto al líder, visualizado en estatuas, carteles de propaganda, películas, topónimos... a lo largo y ancho de la Unión Soviética. Stalin era mostrado con el padre fuerte y cariñoso con su pueblo. La prensa le agradecía desde las buenas cosechas hasta las victorias militares.
- La eliminación y persecución de toda disidencia. Stalin era igual de temido que amado. Cualquier trotskista, cristiano, musulmán, anarquista, burgués o campesino enriquecido era un enemigo potencial.
En 1936 se promulgó una nueva Constitución, que reducía los derechos y libertades, y prohibía presentarse a las elecciones a cualquier persona que no fuese miembro del Partido Comunista. Poco a poco se fue formando una élite burocrática, la Nomenklatura.
Los sospechosos de actividades contrarias al régimen eran procesados de dos maneras:
- A través de las purgas estalinistas, que eran campañas de encarcelamiento o asesinatos masivos de opositores.
- Se les enviaba a campos de trabajo en Siberia, conocidos como gulags.