Cartel soviético: diferenciamos claramente dos gamas de colores: a la izquierda, el obrero con la bandera roja y el lazo, también rojo, en el cuello. Es la parte más iluminada del cartel. A la derecha, donde predomina el color negro, encontramos diferentes personajes enseñando los dientes y con caras de odio. Podemos distinguir un personaje vestido de militar (representa al ejército zarista y la élite militar); otro personaje vestido con chaqué y sombrero (representa a la burguesía propietaria); un clérigo (personificación de la Iglesia ortodoxa); y por encima de todos la muerta coronada y acompañada por pájaros negros, símbolo del terror. La crítica hacia los grupos revolucionarios como los mencheviques (y otros) está en que, aunque quieren hacer la revolución, en realidad están controlados y protegidos por los poderes antirrevolucionarios: ejército, Iglesia, burguesía capitalista y aristocracia zarista.

Cartel antisoviético: es importante reseñar que en Rusia había un sentimiento antisemita (antijudío) muy arraigado. Por eso que Trotski fuese de origen judío fue utilizado por los rusos blancos para atacarle. Lo representan como un demonio con la estrella de David al cuello, ensangrentando las paredes que toca. También observamos a las personas armadas que hay abajo del cartel, a la derecha. Trotski estaba reorganizando el Ejército Rojo. El cartel representa a los soldados físicamente como de origen asiático oriental, vestidos como chinos. Es decir, la crítica aquí es que el ejército soviético no era ruso, si no extranjero. Y por último, los soldados están sobre un mar de calaveras, acusando a Trotski y sus tropas de llevar consigo la muerte sin control.