Saltar la navegación

La dicotomía lengua-habla

Las lenguas no existen

Una persona habla a través de una lata de conservas.
Pixabay/ Ryan McGuire. Habla (Pixabay License)

Ya en el recurso anterior hemos planteado a qué nos referimos cuando hablamos de “lengua” o de “dialecto”. Estamos acostumbrados a pensar en las lenguas como auténticas instituciones: Euskera, Español, Portugués, Alemán… Cada año asistimos a innumerables horas de aquello que en el instituto llamamos Lengua o Castellano o Catalán ¡o Inglés! En esas clases, además, estudiamos, paso a paso, sus gramáticas, como si fueran templos de mármol que nosotros debemos recorrer y aprender. Todo esto nos da una idea de que las lenguas son entes independientes que existen y que nosotros podemos aprender, pero... en realidad, es un poco al revés: los que existimos somos nosotros, los hablantes, y, en la medida que hablamos, damos vida y cuerpo a las lenguas.

Cuando una comunidad de hablantes es capaz de entenderse entre sí porque comparte un número considerable de reglas gramaticales y de palabras, entonces podemos deducir el código común que circula entre ellos y decir que es una lengua.

Página de un diccionario abierto.
Pixabay/ stevepb. Diccionario (Pixabay License)

Por tanto, la lengua (por ejemplo, el español) es ese sistema de reglas y palabras que subyace a las producciones de todos sus hablantes.

El habla, por su parte, es la materialización concreta e individual que cada uno hacemos de ese sistema en el momento en que lo usamos.

Nuestras producciones lingüísticas reales orales y escritas -desde el "papá, quero abua" de un bebé hasta el Quijote de Cervantes- son, pues, ejemplos de habla.

Preguntas para pensar

Teniendo en cuenta la diferencia entre lengua y habla, reflexiona sobre las siguientes dos preguntas y comenta tus ideas en clase.

Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española
Wikimedia Commons/ Real Academia Española. DLE (CC BY-SA)
  1. Para pensar en la primera pregunta, primero debes recordar rápidamente dos cosas que vimos en el recurso anterior: una, que millones de habitantes del Imperio romano adoptaron el latín como lengua materna; y, dos, que en esos territorios hoy se hablan otras lenguas, llamadas romances, descendientes de aquel latín vulgar. Ahora, piensa: ¿cómo pudo afectar el habla de las personas que han vivido durante los últimos dos mil años en las zonas donde hoy están Portugal, España, Francia, Italia y Rumanía en el proceso de muerte de la lengua latina y la creación de las lenguas romances?
  2. Los hablantes de una lengua somos, siempre, involuntariamente creativos: la cambiamos, jugamos con ella, nos equivocamos, la enriquecemos, la deformamos. En otras palabras, la vamos adaptando a nuestras -también cambiantes- necesidades y circunstancias. TODOS lo hacemos. Con esto en mente, ¿crees que las gramáticas, los diccionarios, las Academias de la Lengua y, sobre todo, la educación primaria y secundaria obligatorias nos ayudan a mantener un español estándar, un código común, menos cambiante y más comprensible por todos? Si es así, ¿hacer esto te parece útil?