Un tesoro no indoeuropeo
Sin genealogía ni parentesco definido, el euskera es la única lengua viva no indoeuropea de Europa occidental. Esta peculiaridad ha hecho que antropólogos y lingüistas lleven al menos dos siglos especulando sobre su origen. Se ha emparentado, entre otras, con lenguas del norte de África, con el georgiano y con la antigua lengua de los íberos. Sin embargo, ninguna teoría ha conseguido el consenso necesario como para dar por resuelta la cuestión, que hunde sus raíces en tiempos muy remotos. En lo que todo el mundo coincide es en que este idioma de nuestro país es un tesoro lingüístico europeo.
Actualmente el euskera se habla en el País Vasco y determinadas zonas del norte de Navarra, donde es oficial junto con el castellano. También se habla en el suroeste de Francia, aunque no tiene carácter oficial. A pesar de que el espacio geográfico en el que se habla el euskera no es muy extenso, se trata de una lengua de gran variedad dialectal. Como curiosidad ilustrativa de ello se puede mencionar uno de los primeros estudios científicos de dialectología vasca, obra de Luís-Luciano Bonaparte, sobrino-nieto de Napoleón: su clasificación estableció 3 grandes grupos, 8 dialectos, 25 subdialectos y 50 variedades.